viernes, 5 de agosto de 2011

SOCIEDAD Y DERECHOS HUMANOS

EL AUMENTO DEL INDICE DE POBREZA Y DESIGUALDAD EN MEXICO GENERA VIOLACION A LOS DERECHOS HUMANOS DE LA POBLACION

Indudable contradicción, todos los análisis sobre el desempeño económico muestran que 2010 ha sido un año de crecimiento inusual para México, sin embargo todos los pronósticos señalan que 2011 será un año muy difícil.


En efecto, esta contradicción, se explica por el famoso “efecto de rebote” en el 2010 hubo un crecimiento económico, pero ante la severa crisis que se vivió en 2009, año en el que la economía decreció casi en un 10%, y porque la recuperación de los Estados Unidos permitió impulsar relativamente a varios sectores que están vinculados fundamentalmente al sector exportador.


Sin embargo, todos los pronósticos señalan que 2011 será un año muy difícil pues la economía no crecerá, de mantenerse las tendencias actuales, más allá de un 3.5% del PIB, lo cual significa que en materia de empleos se crearán apenas alrededor de 500 mil, muy lejanos a la cifra de 1,400,000 que se requieren anualmente, de acuerdo con los nuevos datos del Censo, situación que coloca en la pobreza a 12 millones 205 mil 356 mexicanos.


Bajo este contexto se trata de un aumento de 27% del número de pobres que había en 2006, es decir, la pobreza patrimonial pasó de 45.5 millones ese año a 57.7 millones el año pasado., por lo tanto la mitad de los mexicanos, entonces, es pobre.


Lo anterior es aun mas lamentable, cuando el propio gobierno trata de esconder esta situación, toda vez que la vasta propaganda oficial y oficiosa ha tratado de esconder esta cifra de pobreza patrimonial y aun el aumento de 3.2 millones de pobres multifactoriales –de 48.8 a 52 millones–, contenidos en el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y ha tratado de imponer la idea de que se contuvo el aumento de pobreza extrema.


Y en efecto, qué bueno que los programas asistencialistas del gobierno federal evitaron que la cifra de pobres extremos creciera más de los 11.7 millones que hay –y que son muchísimos–, pero qué lamentable que ese número sea casi igual a los mexicanos que se convirtieron en pobres.


El panorama, con estos datos, es simplemente desolador, pues el impacto combinado de bajo crecimiento, alta inflación, bajos salarios y alta informalidad se sintetiza en dos conceptos: pobreza y desigualdad.


Este tipo de pobreza es la insuficiencia del ingreso disponible para adquirir la canasta alimentaria y efectuar los gastos necesarios, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar exclusivamente para la adquisición de estos bienes y servicios, de acuerdo con la definición del Coneval.

En síntesis, el empleo precario, -bajas prestaciones y salarios paupérrimos-, explican el aumento en la pobreza medida por los ingresos, algo que la política y los recursos públicos no pueden atender, y que desafortunadamente condena a un gran porcentaje de la población a vivir en una constante violación a sus Derechos Humanos, toda vez que la pobreza, genera desigualdad y la desigualdad se traduce en la no accesibilidad a los Derechos mas fundamentales del ser humano.

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