Tuiteo, luego
existo
Si bien podríamos
decir que las redes sociales son herramientas sumamente eficientes para
proyectar información y captar las necesidades de la población, a diferencia de
lo que ocurre en Estados Unidos, su influencia se ve limitada por el bajo
acceso a la Internet
entre la población. De acuerdo con un estudio publicado por la consultora
Ciberpolítica, los medios de información presentes en internet van ganando
espacios importantes en muchos países, de los cuales México no está excluido.
En palabras de la
compañía, “en México los ejes informativos tradicionales siguen teniendo una
presencia mayoritaria, aunque los blogs, las páginas de internet y las redes
sociales se han convertido en medios imprescindibles para segmentar y elegir
claramente a qué nicho poblacional se quiere llegar directamente”.
Se diría que en este
proceso electoral, las redes sociales serían de mucha ayuda para difundir las
plataformas electorales y captar votantes, sin embargo, la presencia de los
candidatos en la red sólo ha servido para magnificar sus errores, tales como el
de Peña Nieto al no contestar sobre cuáles han sido los tres libros que
marcaron su vida o el de Josefina Vázquez Mota al mencionar textualmente que "fortalecerá el lavado de
dinero". Pifias que a su vez, fueron retomadas por los
noticieros televisivos, de radio, y los portales de internet de los medios de
comunicación.
Si bien, un gran número de jóvenes todos los días navegan
en estos sitios, la interacción con los candidatos sólo se ha limitado para ser
catalogados como sus seguidores, sin ir más allá de propuestas o la exposición
de problemas, con la consecuente respuesta. El desafío aquí, es convertir esos
apoyos en votos, sobre todo para la contienda presidencial, aunque Raúl Trejo
Delarbre diga que estos son más bien espacios para afianzar convicciones, no
para convencer.
No obstante, tenemos el contraste
de que aún cuando haya 11.2 millones de usuarios de redes sociales mayores de
18 años, versus los 80 millones de electores en lista nominal, una buena
propuesta o un mal comentario en redes, pueden llegar a millones de personas rápidamente
y más si es trasmitido por la radio y la televisión, la moraleja aquí es hasta
donde los comentarios de las redes sociales pueden influir en forma
determinante en el resultado de las elecciones, toda vez que el IFE no tiene
forma de controlar la información que se maneja en las mismas.